Creo que lo he dicho varias veces, en mis
salidas, la foto no es lo principal. Entre observar fauna salvaje o no
disfrutar del lance porque ando ocupado ajustando niveles y viéndolo todo por
dos centímetros cuadrados, elijo lo primero. Por esto y porque no uso hide, es
por lo que me cuesta mostraros buenas fotografías. Salgo al campo a pasear, y
si algo se deja “afotar”, pues “afoto”.
Caso especial el de esta zorra, que jugo conmigo
hasta que cogió confianza y me dejo acercar la cámara hasta poco mas de dos
palmos de su hocico. Madre de primer
año, despeluchada, chupada, seca por mantener a unos cachorros que la estarían esperando
escondidos en algún rincón del monte.
Tremendamente sociable, o tremendamente
hambrienta atraída al olor de la comida, además de sedienta, poso para mí y se
dejo hacer mostrando su figura enclenque. Solo sus ojos decían que había
decidido tomarse un descanso junto a este sorprendido humano, en su dura misión
de mantener una familia. Espero que tengas suerte, que esquives al hombre en la
medida que puedas y que si te apetece nos volvamos a ver algún día.
4 comentarios:
Bonita entrada, fotos y texto. Ojalá que tenga tanta suerte como tu y todos le deseamos.
Entrañable y apasionante momento. Saludos
Bonito encuentro. Saludos
Estoy completamente de acuerdo contigo, algunas veces por intentar fotografiar ni fotografías ni logras ver al animal con total placidez. A mí me sorprende mucho, muchísimo la confianza del zorro y, además, me parece un encuentro de lo más afortunado y alucinante. Estas son las rarezas que más me gustan, sinceramente, y no las que traen de cabeza a los busca citas ignorando al resto de las criaturas por ser tan comunes. A veces pienso si la gente busca medallas u observaciones de animales que llevarse al cuerpo. Repito, que gran afortunado eres por ese momento tan especial. Pienso que a lo mejor, a mucha gente se les presenta un zorro cada día y por ello no es tan destacable esta entrada tuya, no sé…
Saludos.
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