viernes, 9 de marzo de 2012

Una, dos y tres.

UNA

DOS

TRES

1 comentario:

Xari dijo...

¡Oh tarde luminosa!
El aire está encantado.
La blanca cigüeña
dormita volando,

y las golondrinas se cruzan,
tendidas
las alas agudas al viento dorado,
y en la tarde risueña se alejan
volando, soñando...

Y hay una que torna como la saeta,
las alas agudas tendidas al aire sombrío,
buscando su negro rincón del tejado.

La blanca cigüeña,
como un garabato,
tranquila y disforme,
¡tan disparatada!,
sobre el campanario.

A. Machado. Galerías.