El repunte de las temperaturas, a lo
largo de esta semana y el que no se esperen lluvias a corto plazo,
no hace mas que acrecentar la sequía que venimos padeciendo, desde
hace mas de un año en la sierra. Regajos y riveras sin agua desde no
se sabe cuando están poniendo a prueba a toda la fauna serrana.
Basta sentarse frente a una cucharadita de agua en el campo, para
ver como se acercan a ella mil y un animalillos buscando el escaso
liquido. Especies esquivas durante todo el año, no dudaran en
mostrarse a pocos metros si lo que esta en juego es el agua de la
vida.
Tenemos un cristo en plena sierra,
(conocido por el cristo de los faroles hasta que los faroles
desaparecieron) a cuyos pies podemos leer la siguiente leyenda:
Pero lo que es cierto y verdad, es que
por mucha bendición que ofrezcamos, el estado de la sierra es este.
Pantanos al mínimo y cauces secos.
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