Creo que lo he dicho varias veces, en mis
salidas, la foto no es lo principal. Entre observar fauna salvaje o no
disfrutar del lance porque ando ocupado ajustando niveles y viéndolo todo por
dos centímetros cuadrados, elijo lo primero. Por esto y porque no uso hide, es
por lo que me cuesta mostraros buenas fotografías. Salgo al campo a pasear, y
si algo se deja “afotar”, pues “afoto”.
Caso especial el de esta zorra, que jugo conmigo
hasta que cogió confianza y me dejo acercar la cámara hasta poco mas de dos
palmos de su hocico. Madre de primer
año, despeluchada, chupada, seca por mantener a unos cachorros que la estarían esperando
escondidos en algún rincón del monte.
Tremendamente sociable, o tremendamente
hambrienta atraída al olor de la comida, además de sedienta, poso para mí y se
dejo hacer mostrando su figura enclenque. Solo sus ojos decían que había
decidido tomarse un descanso junto a este sorprendido humano, en su dura misión
de mantener una familia. Espero que tengas suerte, que esquives al hombre en la
medida que puedas y que si te apetece nos volvamos a ver algún día.